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Trombosis venosa profunda
(Deep Vein Thrombosis)

La trombosis venosa profunda, o TVP ocurre cuando un coágulo sanguíneo se forma en una de las venas profundas del cuerpo. Esto puede suceder si una vena se daña o si el flujo sanguíneo de una vena se reduce o para. Aunque hay una gran cantidad de factores para desarrollar TVP, dos de los más comunes son experimentar una lesión en la parte inferior del cuerpo y tener una cirugía de cadera o piernas.

Una TVP puede tener graves consecuencias. Si un coágulo sanguíneo se desprende, puede desplazarse al torrente sanguíneo y obstruir el flujo de sangre a los pulmones. Aunque rara, esta complicación, llamada embolismo pulmonar, puede ser fatal. Aunque un coágulo sanguíneo no se desprenda, puede causar un daño permanente a las válvulas de la vena. Este daño puede conducir a problemas a largo plazo en las piernas, como dolor, inflamación y llagas.

En muchos casos, la TVP ocurre sin síntomas observables y es muy difícil de detectar. Por este motivo, los médicos se enfocan en prevenir el desarrollo de TVP usando diferentes tipos de terapias, dependiendo de las necesidades de un paciente. Su médico tomará las medidas necesarias para prevenir la TVP si tiene una fractura grave o tiene una cirugía en las extremidades inferiores, incluyendo un remplazo total de cadera o de rodilla.

Se pueden formar coágulos sanguíneos en una de las venas profundas del cuerpo.

Descripción

Las arterias son los vasos sanguíneos que llevan sangre con oxígeno del corazón a las demás partes del cuerpo. Las venas regresan la sangre sin oxígeno de vuelta al corazón. Existen dos tipos de venas en el cuerpo:

  • Las venas superficiales, que están justo debajo de la superficie de la piel
  • Las venas profundas, que se localizan a niveles profundos en los músculos

La trombosis venosa profunda (TVP) ocurre cuando se forma un coágulo sanguíneo (trombo) en una de las venas profundas. Aunque la TVP puede ocurrir en cualquier vena profunda, ocurre más comúnmente en las venas de la pelvis, las pantorrillas o los muslos.

Causa

Varios factores pueden afectar el flujo sanguíneo en las venas profundas y aumentar el riesgo de desarrollar coágulos sanguíneos. Estos incluyen:

  • Edad avanzada
  • Historial familiar de TVP o embolismo pulmonar
  • Tener ciertos tipos de cánceres malignos
  • Tener enfermedades en las venas, como venas varicosas
  • Tabaquismo
  • Usar píldoras anticonceptivas o terapia hormonal
  • Embarazo
  • Tener sobrepeso u obesidad
  • Heredar un trastorno de coagulación

Una cadera o pierna fracturada, o tener una cirugía mayor en la cadera, rodilla, o parte inferior de las piernas puede afectar el flujo de sangre normal y la coagulación. En estas situaciones ortopédicas, tres factores primarios contribuyen a la formación de coágulos sanguíneos en las venas: flujo sanguíneo lento, hipercoagulación y daño en las venas.

Sangre que fluye lentamente por las venas (estasis)

Las paredes de las venas son lisas. Esto ayuda a que la sangre fluya libremente y se mezcle con agentes presentes naturalmente (anticoagulantes) en la sangre que evitan que las células sanguíneas se coagulen. La sangre que no fluye libremente y no se mezcla con los anticoagulantes tiene más probabilidad de ocasionar coágulos sanguíneos. Por esto es importante observar los signos de TVP en personas que están en reposo, inmovilizadas en una férula o yeso o que no se pueden mover por períodos prolongados de tiempo.

Hipercoagulación

La sangre se espesa, o se coagula, alrededor de la materia que no pertenece a las venas. Durante una cirugía, materia como desechos de tejido, colágeno o grasa puede liberarse en el sistema sanguíneo y causar que se coagule la sangre. Además, durante el remplazo total de cadera, el escariado y preparación del hueso para recibir la prótesis puede provocar que el cuerpo libere sustancias químicas llamadas antígenos al sistema sanguíneo. Estos antígenos también pueden estimular la formación de coágulos.

Daño a las paredes de las venas

Durante la cirugía, el médico debe mover, o retraer, los tejidos suaves como ligamentos, músculos y tendones para llegar al área que se va a operar. En algunos casos, esto puede liberar sustancias presentes naturalmente que promueven la coagulación de la sangre.

Complicaciones

Embolismo Pulmonar

Un embolismo pulmonar es un coágulo de sangre que se desprende y viaja por las venas. Esto puede suceder justo después de la formación del coágulo o puede suceder días después. Si el coágulo llega a los pulmones, puede obstruir el flujo de sangre a los pulmones y al corazón.

Un embolismo pulmonar es una emergencia médica grave y puede ocasionar la muerte.

Síndrome post-trombótico

Algunas personas que tienen TVP desarrollan síntomas a largo plazo en la pantorrilla, una afección que se llama síndrome post-trombótico. El síndrome post-trombótico es causado cuando el daño a las venas produce una hipertensión venosa, o presión arterial más alta de lo normal en las venas. Este aumento en la presión puede dañar las válvulas que controlan el flujo sanguíneo que corre por las venas. Esto permite que la sangre se acumule en el sitio, a veces causando un deterioro duradero.

Los pacientes con síndrome post-trombótico pueden experimentar síntomas que pueden afectar enormemente la calidad de vida, incluyendo dolor, inflamación, cambios en la piel y llagas en las piernas.

Síntomas

Los síntomas de la TVP ocurren en la pierna afectada por un coágulo e incluyen:

  • Inflamación
  • Dolor o sensibilidad
  • Venas distendidas
  • Piel enrojecida o con manchas
  • Una firmeza o engrosamiento de la vena llamado "cordón"

Muchos pacientes, sin embargo, no experimentan ningún síntoma.

En algunos casos, un embolismo pulmonar puede ser el primer signo de TVP. Los síntomas de embolismo pulmonar incluyen:

  • Dificultad para respirar
  • Inicio repentino de dolor en el pecho
  • Tos
  • Escupir o vomitar sangre

Examen médico

Si su médico sospecha que usted padece una TVP, le ordenará algunas pruebas de diagnóstico.

Pruebas

Ultrasonido dúplex. Esta es la prueba más común de TVP. El ultrasonido usa ondas sonoras de alta frecuencia que hacen eco en el cuerpo, como la tecnología usada para revisar el bienestar de un bebé en gestación. Esto crea una imagen de los vasos sanguíneos. El ultrasonido dúplex combina la tecnología tradicional de ultrasonido con la tecnología Doppler, que genera una imagen de color que muestra la sangre mientras fluye por el cuerpo.

El ultrasonido no es invasivo y es indoloro. Se puede repetir regularmente porque no requiere radiación. Si no tiene un coágulo sanguíneo, el ultrasonido dúplex puede ser útil para revelar otras causas de sus síntomas.

(Izquierda) En un ultrasonido, el técnico coloca una sonda no invasiva llamada "transductor" sobre la pierna del paciente. (Derecha) El transductor envía imágenes a la máquina de ultrasonido y a la pantalla.

Imagen de resonancia magnética (MRI). Una MRI produce imágenes transeccionales detalladas de las estructuras que hay dentro del cuerpo, incluyendo los vasos sanguíneos y las venas. La prueba es indolora y no invasiva. Aunque se usa con menos frecuencia, algunos médicos pueden usar una MRI para ubicar los coágulos sanguíneos en la pelvis y el muslo.

La MRI permite que ambas piernas se vean al mismo tiempo. Sin embargo, no se puede usar para pacientes con ciertos dispositivos implantados, como marcapasos.

Venografía. En la venografía, el médico inyecta una solución (o tinte) de contraste en una vena en la parte superior del pie. La solución se mezcla con la sangre y fluye por las venas. Una radiografía de la pierna afectada mostrará entonces si hay alguna obstrucción en las venas de la pantorrilla y el muslo.

La venografía se usa pocas veces porque es invasiva y requiere radiación.

Tratamiento

Dado que la TVP puede ocurrir después de una fractura o cirugía delicada, muchos pacientes ya están hospitalizados cuando se diagnostica la enfermedad. Los objetivos del tratamiento para la TVP son:

  • Evitar que el coágulo sanguíneo se vuelva más grande
  • Prevenir que el coágulo se desprenda y viaje a los pulmones, donde podría conducir a un embolismo pulmonar
  • Reducir la probabilidad de desarrollar otro coágulo
  • Minimizar el riesgo de desarrollar otras complicaciones

Más a menudo, el tratamiento para la TVP es no quirúrgico.

Tratamiento no quirúrgico

Anticoagulantes. El tratamiento no quirúrgico usualmente consiste en tomar anticoagulantes, medicamentos que adelgazan la sangre y prevendrán la coagulación posterior y ayudarán a disolver los coágulos existentes. Los medicamentos anticoagulantes se deben iniciar inmediatamente después de haber recibido el diagnóstico del coágulo.

Los anticoagulantes pueden causar trastornos hemorrágicos si la dosis es muy alta, por lo que su uso debe ser monitoreado con atención sin importar si está en el hospital o en casa. Dependiendo del medicamento que esté tomando, su médico le puede ordenar análisis de sangre frecuentes para verificar cuánto tiempo se requiere para que coagule su sangre. Es importante asegurar que el nivel de medicamento en su sangre sea lo suficientemente alto para prevenir los coágulos, pero no tan alto como para causar un sangrado excesivo.

Los anticoagulantes más comunes usados para tratar la TVP son la heparina, warfarina (Coumadin) y los inhibidores del factor Xa. En algunos casos, se puede usar heparina de bajo peso molecular (HBPM). La HBPM es un tipo de anticoagulante derivado de la heparina estándar no fraccionada.

  • Heparina. El tratamiento para la TVP usualmente empieza con terapia de heparina (o HBPM). La heparina estándar se administra intravenosamente (inyección en una vena), mientras que la HBPM se administra con una inyección subcutánea. La HBPM tiene una semivida corta y se elimina de la sangre en 12 horas. La dosificación se basa en el peso corporal. Para la mayoría de los adultos, cada dosis es igual, a diferencia de la heparina estándar, donde las dosis se cambian frecuentemente según los tiempos de coagulación.

    Debido a que la HBPM no requiere una línea intravenosa ni monitoreo de dosis, se puede administrar de manera ambulatoria. Las inyecciones son aplicadas por un enfermero a domicilio o pueden ser aplicadas por los mismos pacientes.
  • Warfarina. La terapia con heparina (o HBPM) usualmente es seguida de 3 a 6 meses de warfarina, que se administra por vía oral. La warfarina tarda por lo menos 36 horas en empezar a funcionar, y de 4 a 5 días para alcanzar su máxima eficacia. Por este motivo, tanto la heparina como la warfarina se administran al inicio del tratamiento; la heparina protege al paciente, manteniendo su sangre anticoagulada hasta que la warfarina "surta efecto".
  • Inhibidores del factor Xa. Estos nuevos anticoagulantes, tomados oralmente, pueden funcionar tan bien como la warfarina en algunos pacientes. Como no requieren un monitoreo regular con análisis de sangre ni ajustes frecuentes en la dosificación, se están prescribiendo más ampliamente. Hay riesgos y beneficios en todos los tipos de anticoagulantes. Su médico le dirá qué medicamento es el más conveniente para usted.

Observación y ultrasonido serial. Dependiendo de sus factores de riesgo específicos, su médico puede manejar una TVP aislada, debajo de la rodilla o pantorrilla con observación y monitoreo mediante ultrasonido dúplex serial, en lugar de una terapia anticoagulante. Su médico le dirá qué tipo de tratamiento es el más adecuado para usted.

Trombolíticos. En algunos casos, su médico puede recomendarle el uso de trombolíticos. Estos medicamentos que disuelven los coágulos se inyectan mediante un catéter directamente en el coágulo sanguíneo y se usan solo cuando hay un riesgo extremadamente alto de embolismo pulmonar.

Tratamiento quirúrgico

Si los anticoagulantes no impiden que su coágulo sanguíneo aumente de tamaño, o si tiene una enfermedad médica que no le permite tomar medicamentos anticoagulantes, su médico le puede recomendar una cirugía para insertar un pequeño dispositivo llamado filtro de vena cava en la vena principal que va a su corazón. Este filtro está diseñado para capturar la mayoría de los coágulos sanguíneos que viajan por su torrente antes de que lleguen a sus pulmones y causen un embolismo pulmonar.

Prevención

Si va a tener cirugía ortopédica, su riesgo de desarrollar TVP es mayor de 2 a 10 días después de la cirugía, e incluye el tiempo después de que ha sido dado de alta del hospital. El riesgo continúa aproximadamente durante 3 meses.

Las medidas que su médico usa para ayudar a prevenir la TVP se llaman profilaxis. Su médico usará varias medidas preventivas en combinación. Por ejemplo, si va a recibir un remplazo total de rodilla o de cadera, su médico puede prescribirle movimiento y ejercicio temprano, medias de compresión y medicamentos que adelgazan la sangre y reducen la capacidad del cuerpo de formar coágulos sanguíneos.

Movimiento temprano y terapia física

La mayoría de los pacientes empiezan a caminar o a hacer otros ejercicios de piernas lo más pronto posible después de la cirugía. Realizar elevaciones simples de las piernas mientras está acostado en cama ayudará a aumentar el flujo de la sangre por las venas. Además, un fisioterapeuta le enseñará ejercicios específicos para restablecer el rango de movimiento de la articulación, fortalecer la parte inferior de su cuerpo y mejorar la circulación de sus venas profundas. Si el dolor después de la cirugía le dificulta el movimiento, se le pueden administrar medicamentos para el dolor para que se pueda mover con más comodidad.

En algunos casos, su médico también puede usar un soporte de rodilla que mueve lentamente su rodilla mientras está en cama. Este dispositivo se llama máquina de movimiento pasivo continuo (CPM). Algunos médicos creen que el dispositivo disminuye la inflamación de la pierna elevándola y que mejora la circulación de la sangre moviendo los músculos de su pierna.

Dispositivos de compresión

Las medias elásticas de compresión graduadas están apretadas en el tobillo y se aflojan a medida que suben por la pierna. La compresión que brindan puede ayudar a prevenir que la sangre se acumule en las venas.

Además, su médico puede recomendarle usar un dispositivo neumático de compresión después de la cirugía. Este dispositivo, que se usa como una bota, aplica presiones en pulsos a la pantorrilla. Esta presión es similar a la que siente cuando camina. Los dispositivos de compresión no solo mejoran el flujo de la sangre venosa, sino que también estimulan la propia capacidad del cuerpo para prevenir los coágulos sanguíneos.

Dispositivo neumático de compresión.

Anticoagulantes

Los anticoagulantes, o adelgazadores de la sangre, se usan para evitar que los coágulos sanguíneos se vuelvan más grandes y para evitar que se formen nuevos coágulos. Si va a recibir una cirugía de remplazo de una articulación, empezará a tomar los anticoagulantes el día antes de la cirugía y continuará tomándolos en el hospital y en casa. El tiempo que tomará el medicamento variará dependiendo del tipo de cirugía que haya tenido, así como de otros factores de riesgo.

Medidas adicionales

Si ha experimentado una lesión traumática en la parte inferior del cuerpo, se le puede tratar con medidas profilácticas adicionales. Si no puede tomar anticoagulantes, su médico puede implantar un filtro de vena cava en la vena principal que va a su corazón. Esto se hace para prevenir que una potencial TVP llegue a su corazón y pulmones y cause un embolismo pulmonar.

Last Reviewed

junio 2016

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